Algo que escucho mucho es: Quiero evitar que mi hijo haga pataletas
Y yo les pregunto: ¿quieres que tu hijo se porte bien? o ¿Quieres que tu hijo se sienta bien?
Queridas mamás, les cuento que los niños se comportan como se sienten, detrás del comportamiento de un niño están sus emociones.
En verano mi hija y yo asistimos a una actividad comunitaria una vez por semana, estamos desde las 8 de la mañana hasta las 4 de la tarde. Es una jornada larga para una niña pequeña, pero hemos llegado a varios acuerdos para que ambas disfrutemos del día. Male escoge llevar sus frutas y comida favoritas, líquido, ropa cómoda y adecuada. Empacamos juguetes diferentes, hojas para colorear y lápices o pinturas de colores.
Cuando haces parte de un colectivo, nos observamos unos a otros y lanzamos juicios sobre lo que vemos. Una de las personas del lugar no tardó en acercarse y decir: “Tu hija es una niña muy juiciosa y se comporta muy bien”. Le expliqué que los niños actúan de acuerdo a cómo se están sintiendo. Es decir, le expliqué que en cualquier momento podría no sentirse bien o agradada y tendría un comportamiento diferente. Y ambas situaciones son plenamente normales, los adultos somos los que generamos valoración a lo que va pasando a diferencia de los niños que simplemente son espontáneos y auténticos y así mismo actúan.
Justo en la actividad de la siguiente semana, Male estaba cansada, tenía sed y el clima a pesar de ser verano estaba bien frío. Para sumar a la situación, no habíamos llevado bebida suficiente y su abrigo se había quedado en el auto. En resumen, no se sentía bien. Y en medio de su molestia empezó a llorar y hasta tiró cosas que había en una mesa. Sus necesidades no fueron atendidas y sus reacciones emocionales eran de malestar. Como mamá lo que hice fue solucionar lo que evidentemente le estaba haciendo falta y estar ahí para ella. Deja de pensar en lo que digan los demás, no te compliques con eso. Siente a tu hijo, entiende sus necesidades y haz que no se sienta solo.
La persona que me había comentado sobre el comportamiento de Male en días pasados, nos miraba y se acercó para decir: “Diana tienes razón, hoy Male no es la juiciosa del otro día”. Asentí con serenidad y pude exponer mi punto: los niños se COMPORTAN como se SIENTEN.
Pensar en términos de conductas deseadas, te lleva a querer castigar a tu hijo o a tu hija. Cambia el chip, actúa desde las emociones y del cómo se sienten, eso nos permite conectar emocionalmente, validar y acompañar de manera respetuosa.
Vamos a hacer un pequeño ejercicio, te invito a pensar en momentos o situaciones en los que tus hijos “se han comportado mal”. Arma una lista, larga o corta no importa. En frente de cada uno de los momentos escribe cómo fue tu reacción. Y ahora en una columna más escribe las posibles necesidades de tu hijo o hija. Ahora vas a tener suficiente información para estar preparada para hacerlo sentir bien y en consecuencia tener un “buen comportamiento”. Quizás es hora de tener tu propia fórmula anti pataleta.